miércoles, 11 de enero de 2017

Eduardo Galeano

“Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la Liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos (…) Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata”.


Eduardo Galeano  El libro de los abrazos








Eduardo Galeano, quien fungiera en vida como periodista y escritor Uruguayo, dejo al mundo un legado único de pensamientos, critica y un toque de humor en la vida de nuestra Latinoamerica, siendo , una de sus principales características,  la crítica de un mundo globalizado y como deshumanizaba esto a una sociedad contemporánea.

Su temperamento y personalidad se vio forjada a los calores de una clase media trabajadora y Católica, siendo el mismo la clara representación del cliché latinoamericano .

Desde muy pequeño se dedico a múltiples oficios, trabajo en fabricas, como capturista, cajero, pintor etc, para poder ganarse la vida, pero no fue hasta 1960 que empezó su carrera como periodista en el diario Uruguayo: "Marcha". También hizo de Editor para la revista Brasileña "Época".

Por su propia personalidad y la época que se cocinaba en Uruguay en aquellos sus días, fue una figura polémicas, odiado y amado, encarcelado, liberado, condenado a muerte, expatriado y repatriado, enemigo de la derecha, pero casi ciego ante la izquierda, amante del fútbol.

Gran representador de la palabra escrita, de su mente y de su pluma surgieron varia creaciones literarias tan variadas y tan ricas, que es imposible que a alguien no le guste aunque sea una frase creada por él. 

El mundo perdió a Eduardo Galeano el 13 de Abril del 2015 cuando el tenía 74 años. perdimos a ese cautivador, hechizó de la palabra, que nos llevo a descubrir que el mundo esta lleno de paradojas,expuso a las venas abiertas de América Latina y nos termino dando un paseo por el mundo apasionante del fútbol.

Como un pequeño homenaje listamos sus obras mas importantes:

  • Las venas abiertas de América Latina (1971)
  • El libro de los abrazos (1989)
  • El fútbol a sol y sombra (1995)
  • Memorias del Fuego (1982-1986)
  • Espejos (2008)
  • Los hijos de los días (2011)
  • La canción de nosotros (1980)
  • Los días siguientes (1963)
  • Guatemala, país ocupado (1967)


Por último, les dejamos este pequeño pasaje del libro de los abrazos.

PARADOJAS-EDUARDO GALEANO



Si la contradicción es el pulmón de la historia, la paradoja ha de ser, se me ocurre, el espejo que la historia usa para tomarnos el pelo. 

Ni el propio hijo de Dios se salvó de la paradoja. Él eligió para nacer, un desierto subtropical donde jamás ha nevado, pero la nieve se convirtió en un símbolo universal de la Navidad desde que Europa decidió europear a Jesús. Y para más inri, el nacimiento de Jesús es, hoy por hoy, el negocio que más dinero da a los mercaderes que Jesús había expulsado del templo. 

Napoleón Bonaparte, el más francés de los franceses, no era francés. 

No era ruso José Stalin, el más ruso de los rusos; y el más alemán de los alemanes, Adolfo Hitler, había nacido en Austria. Margherita Sarffati, la mujer más amada por el antisemita Mussolini, era judía. 

José Carlos Marátegui, el más marxista de los marxista latinoamericanos, creía fervorosamente en Dios. El Che Guevara había sido declarado completamente inepto para la vida militar por el ejército argentino. 

De manos de un escultor llamado Alejadinho, que era el más feo de los brasileros, nacieron las más altas hermosuras del Brasil. Los negros norteamericanos, los más oprimidos, crearon el Jazz, que es la más libre de las músicas. En el encierro de la cárcel fue concebido Don Quijote, el más andante de los caballeros. Y para colmo de paradojas, Don Quijote nunca dijo su frase más célebre. Nunca dijo, ladran Sancho, señal que cabalgamos. 

“Te noto nerviosa”, dice el histérico. “Te odio”, dice la enamorada. “No habrá devaluación” dice, en vísperas de devaluación, el ministro de economía. ” Los militares respetan la Constitución”, dice en vísperas del golpe de Estado el ministro de defensa. 

En su guerra contra la revolución Sandinista, el gobierno de los Estados Unidos coincidía, paradógicamente con el partido Comunista de Nicaragua. Y paradógicas habían sido, al fin y al cabo, las barricadas sandinistas durante la dictadura de Somoza: las barricadas que cerraban la calle, abrían el camino.


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